La primera vez que oí hablar de los lollipops y piruletas de Mundisa fue en la feria Alimentaria de este año, donde fueron presentadas con mucho éxito. Y es que, la verdad, se trata de un producto muy original.
Llaman la atención por su aspecto y sus colores divertidos, pero no se tratan de los típicos lollipops y piruletas normales que todos esperaríamos. De hecho, son una delicia innovadora, una forma original de presentar la comida sin perder el sabor con un formato muy original. Y es que estas curiosas delicias son de variedades tan curiosas como gin tonic, foie con chocolate, foie con higos, queso manchego con membrillo, salmón con queso manchego, salmorejo o tortilla de patata.
Y su concepto y su presentación se avienen a la perfección con una tendencia que está cogiendo cada vez más fuerza en el mundo del catering: el finger food.
El finger food (traducido, “comer con los dedos”) es una nueva tendencia que se está instaurando en nuestros buffets consistente en comer grandes platos en pequeñas dosis. No, no se trata de recurrir al clásico tapeo de toda la vida. El finger food es mucho más que eso.
Finger food es el arte de combinar lo chic y lo informal, lo gourmet y lo práctico, lo delicado y lo divertido. Son un conjunto de recetas de cocina tradicionales o actuales presentadas en pequeños bocados individuales con un toque vanguardista, que conforman un menú con sus entrantes, platos principales y postres, todos ellos dispuestos en un buffet donde cada uno se sirve lo que quiere.
Es un concepto de comida informal y distendida que permite que los invitados sociabilicen sin necesidad de de cubiertos ni mesas para los asistentes. Consiste en
sintetizar en un solo bocado un plato con todos sus sabores. Un bocado que pueda ser fácilmente tomado con los dedos y llevado a la boca, sin mayores complicaciones.
Es una forma de catering original y divertida donde lo importante es la diversidad de platos, de texturas, sabores y presentaciones. Y, sobre todo, es vital que sea atractivo para los cinco sentidos. Además de sabrosos, los bocados deben ser visualmente atractivos y muy creativos. La presentación es la clave, hay que jugar con colores, texturas y sabores. En este contexto, los lollipops y piruletas que hoy te presentamos, son un ejemplo ideal.
Pero en un catering de esta clase, no termina todo con las delicias que dispongas para tus comensales. La puesta en escena también es muy importante. En un buffet de finger food el entorno debe ser tenido tan en cuenta como los platos donde serán servidos.
De la misma manera que cuidas los platos, debes cuidar también la decoración y la iluminación. Disponlo todo en mesas que puedan rodear los invitados, y utiliza los recipientes adecuados para cada plato, que sean lo máximo de cómodos posibles para el comensal. Tus invitados estarán de pie y llevarán una copa y una servilleta en la mano, es básica la disposición.
Si tu intención es hacer un cóctel por tarde antes de cenar puedes poner entre 5 y 7 platos por persona. Si deseas hacer una comida ligera es recomendable elaborar un menú de entre 8 y 10 platos por comensal. Pero si estás pensando en hacer una comida completa, lo mejor es preparar entre 15 y 20 platos diferentes y variados, conformando un menú equilibrado con entrantes, pescados, carnes y acabando con los postres.
Existe una gran variedad de formas de presentar los finger foods: cremas, espumas y ensaladas en pequeños vasos; brochetas de marisco, tempura o carne en salsa, pinchos de verdura o pescado; mini cocottes con salmón teriyaki, thai chiken o con un risotto; todo tipo de pequeños sándwiches fríos y calientes o hamburguesas gourmet; fingers de calabaza con parmesano, chips de frutas, barritas de queso con romero, verduras crujientes, todos ellos presentados en cuencos o vasos altos; y, por supuesto, una de las presentaciones más innovadoras, en cucharas de diseño con un bocado de pulpo a la gallega, un arroz negro o unos calamares con mayonesa.
Y no nos olvidemos de los postres. La idea es servir entre dos o tres platos de postres. Uno más refrescante, sano y menos calórico como una brocheta de frutas con chocolate. Otro podría ser un clásico, algo que siempre funciona, como un postre de chocolate. Y finalmente algo de repostería creativa y ligera, un mini lemon pie o una tarta de queso con frambuesa servido en vaso.
Los finger foods es un nuevo concepto gastronómico que te propone disfrutar de la comida en pequeñas dosis, con menos formalismos, con mucha más creatividad y con mucho más sabor. Y nuestros lollipops y piruletas son un ejemplo perfecto que no puedes dejar de probar.