El arenque ahumado es una forma de consumir y conservar esta variedad de pescado que se remonta a muchos siglos atrás. Después del bacalao, el arenque es el pescado más capturado en Europa, y muy apreciado tanto a nivel gastronómico como nutricional.
En estos tiempos en los que somos más conscientes de la importancia de cuidar la dieta, el arenque ahumado cobra mucho protagonismo. Además es un producto que da mucho de sí, ya que los filetes de arenque ahumado son ideales como guarnición de ensaladas, entremeses, y gran variedad de platos fríos, como el que vamos a ver en este artículo.
En Mundisa preparamos con esmero finos lomos de arenque ahumado: abrimos, limpiamos y desespinamos arenques frescos y los envolvemos en salmuera seca. Después del proceso en el horno y posterior enfriado, preservamos los filetes de arenque en aceite de oliva, lo que les aporta aún más sabor y melosidad. Y ya está, listos para presidir un exquisito plato frío, como el de la receta protagonista de este artículo: arenque ahumado con queso fresco, cebolla tierna y manzana. Veamos cómo se prepara.
Un aperitivo o entrante perfecto
¿Buscas una receta que sirva como entrante original, ensalada gourmet o aperitivo vistoso y saludable ? Prueba con el arenque ahumado combinado con el punto ácido de la manzana y la suavidad del queso fresco. Un plato de fácil preparación, diferente y de sabores contrastados.
Ingredientes para 2 personas
- Arenque ahumado Mundisa.
- Queso fresco.
- Manzana ácida o Granny Smith
- Cebolla tierna
- Eneldo en hojas o molido.
- Cebollino
- Brotes tiernos de germinados
- Limón
- Sal
- Pimientas negra y roja
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
- Sacar los filetes de arenque ahumado del envase y extenderlos en un plato, con un poco del aceite en el que están sumergidos.
- Picar el cebollino, cortar la cebolla tierna en juliana, y la manzana en forma de bastones finos.
- Preparar el queso fresco agregando un poco de zumo de limón por encima, mezclando después con el cebollino, la cebolla, la manzana y el eneldo. Añadir un poco de sal y las pimientas negra y roja.
- Con el arenque en el plato y dejando un hueco en el centro, colocar aritos de cebolla a cada lado. En el resto del contorno, colocar los bastoncitos de manzana, el cebollino, y los brotes. En el centro del plato que hemos dejado libre, poner una cucharada bien colmada de queso fresco, con un poco de aceite de oliva virgen y una pizca de pimienta roja.
Y ya está, tan fácil de preparar como de disfrutar. Además, es un plato que se presta para muchas ocasiones, le sacarás mucho partido. ¡Compruébalo!