El atractivo visual de los platos es tan importante como el contenido del mismo. Un buen emplatado Gourmet nos asegura el buen recibimiento del plato por parte de los comensales.
Por este motivo hoy te contamos las técnicas de emplatado Gourmet básicas, ¡para que dejes impresionado a cualquiera con tus creaciones!
Tipos de emplatado básicos
Composición asimétrica
Un desorden ordenado. Combinando colores, volúmenes y texturas, con un elemento central que guíe al ojo, se consigue presentar un plato dinámico, sofisticado y súper apetecible.
Composición en escala
Esta composición consiste en presentar elementos de la misma forma, en este caso se tratan de circunferencias, y repartirlas en el plato en diferentes tamaños.
Emplatado simétrico
Una técnica fácil, sencilla y equilibrada. Se denota el equilibrio entre los elementos del plato y aporta una sensación de serenidad.
Las reglas básicas de emplatado y presentación
Emplata siempre con equilibrio para conseguir la armonía: Trabajando la combinación de colores, texturas e ingredientes se podrá lograr que nada falte, ¡ni que nada sobre!
Define un punto focal en el plato: Disponer los productos de forma estratégica para que la mirada se dirija al ingrediente principal.
Cuidar las distancias de los elementos: Es importantísimo que los ingredientes presentes ni se choquen ni se resten importancia los unos a los otros. Es necesario que crees unidad para conseguir una composición y estructura única.
Tener en cuenta la textura de los alimentos: Para que el comensal pueda disfrutar de una buena experiencia con el plato, es necesario que se encuentre con texturas bien combinadas. Presentar varias texturas en el mismo plato es un buen recurso para divertir el paladar.
Errores comunes que debemos evitar
Menos es más: si en la elaboración del emplatado surgen dudas de si poner más elementos para complementar el diseño, es necesario recordar que menos es más y que con menor cantidad siempre se verá un plato más limpio, sencillo y se centrará la atención en los elementos principales.
La cantidad de salsa siempre coherente: si tienes que servir un plato con salsa y es necesaria una cantidad considerable, puedes servir una salsera en la mesa, pero en el plato siempre se tiene que ser moderado con la cantidad.
Limpieza y pulcritud: si se utilizan los utensilios correspondientes, como unas pinzas de emplatar, siempre podremos presentar platos limpios y bien cuidados. Una opción muy buena para evitar huellas y manchas, es untar previamente la superficie del plato con unas gotas de aceite y la ayuda de papel absorbente. Así conseguirás que quede brillante y se vea limpio sin alterar ningún sabor.
No decores con elementos no comestibles: es una de las reglas más básicas del emplatado. Si no se come no se pone en el plato. Si se incluye algún elemento que no va en la receta podemos acabar creando un plato sin sentido.