FRESAS RECUBIERTAS DE CHOCOLATE

Postre perfecto por su fácil preparación, original y adaptable a muchas situaciones, las fresas recubiertas de chocolate siempre causan sensación. Acompañadas de cava, champagne e incluso un cóctel, las fresas con cobertura de crujiente chocolate son otro bocado especialmente irresistible en verano.

La fresa es una fruta que madura durante toda la primavera y hasta finales de la estación veraniega. Considera como la fruta afrodisíaca por excelencia por su color rojo pasión y su forma de corazón, lo cierto es que se trata de un alimento muy saludable y bajo en calorías. 

Con un alto contenido en vitamina C, las fresas son un poderoso antioxidante que tienen un efecto preventivo de muchas enfermedades, así como del envejecimiento prematuro. Destaca también su contenido en ácido fólico, muy importante para mujeres en edad fértil, así como su riqueza en fibra y su función protectora de la salud bucodental. 

El chocolate por su parte, además de ser considerado por los aztecas como “la bebida de los dioses”, es muy nutritivo y de poder antioxidante, especialmente el chocolate negro o amargo. Cualidades como la mejora de la circulación sanguínea, la disminución de la presión arterial y del llamado “colesterol malo” o HDL, son algunas de las buenas razones para disfrutar del chocolate negro. 

Combinado con fresas compone una “pareja de ases” infalible en los momentos gourmet, también en los más románticos.

fresas

INGREDIENTES:

  • 2 tabletas de chocolate (preferentemente negro)
  • 1/2 kg de fresas
  • 1 litro de agua

 

PREPARACIÓN:

Poner agua a calentar en una olla bastante grande. Partir el chocolate en onzas y colocar en un olla pequeña, que debe caber en la de mayor tamaño. Colocar la olla del chocolate dentro de la olla grande para calentar al baño María, y llevar la olla a ebullición a fuego fuerte. Reducir el fuego cuando el agua de la olla grande empiece a hervir. Remover de vez en cuando el chocolate para que se derrita de forma homogénea. 

Una vez derretido, apagar el fuego y retirar la olla pequeña, dejando reposar el chocolate durante al menos 45 minutos a temperatura ambiente.

Mientras tanto, lavar y secar la fresas respetando las hojas y procurando que no queden restos de agua. A continuación, coger un recipiente rígido y plano apto para el frigorífico, y colocar papel vegetal en su base. 

Cuando el chocolate esté reposado, bañar las fresas en él de una en una, cogiéndolas por las hojas. Escurrir el exceso de chocolate con cuidado, y colocarlas en el recipiente preparado con papel vegetal. 

Por último, colocar el recipiente en el frigorífico durante 30 minutos. Y ya está, fresas recubiertas de chocolate listas para enamorar al paladar.