Cada 23 de abril, cuando la primavera ya se percibe en plenitud, Cataluña se llena de rosas: es la festividad de Sant Jordi. Pero esta celebración no solamente tiene a la rosa roja como protagonista, sino que “la reina de las flores” va acompañada de un libro. Esta bella tradición dio pie a que en 1995 la UNESCO declarase el 23 de abril Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.
Sant Jordi es pues la fiesta de la cultura, pero también del amor. Porque para los catalanes este día tiene otro significado muy especial, ya que representa su particular día de los enamorados: las personas que se aman lo manifiestan simbólicamente intercambiando como regalo una rosa y un libro. Y tal y como ocurre en San Valentín, la celebración de Sant Jordi también se refleja en la mesa de forma especial: nada mejor para ello que contar el con caviar, que si además es Tanit, el éxito está asegurado.
Primavera, rosas, libros, romanticismo… y caviar. Una fórmula magistral para disfrutar de un Día de Sant Jordi inolvidable. Este 23 de abril, tienes que probarla.
Cuenta la leyenda….
“… que hace muchos siglos, en la villa de Montblanc habitaba un terrible dragón que asolaba la región. Nadie estaba a salvo de sus temibles fauces: hombres, mujeres y bestias vivían atemorizados. Para tratar de contener la furia voraz del monstruo, se escogía por sorteo a un habitante del lugar y se entregaba al dragón para que lo devorase.
Hasta que un buen día, le tocó en suerte a la hija del rey: ni su corona pudo librarla del fatal destino. Pero cuando el dragón se aproximaba lentamente a la princesa para devorarla, apareció un valiente caballero a lomos de un precioso caballo empuñando una espada, que clavó certeramente en el corazón del dragón…
La bestia fue derrotada y de la herida brotó un gran chorro de sangre que cayó al suelo, del que brotó un bello rosal. El caballero entonces tomó una rosa roja y se la entregó a la princesa, sana y salva.
Toda la villa celebró con júbilo la victoria del caballero que les libró del dragón, y el Rey, como agradecimiento por haber salvado a su hija, le entregó la mano de ésta. Pero el misterioso caballero, aunque agradeció el gesto, siguió su camino en solitario. De él solo se supo su nombre: se llamaba Jordi”.
Esta es la leyenda que originó la tradición de que el Día de Sant Jordi los hombres regalen a las mujeres una rosa, y ellas les correspondan con un libro. Una tradición admirada y distinguida internacionalmente, que ha dado pie a una celebraciones del año más especiales para miles de personas.
Sant Jordi en la mesa
Todas las festividades importantes en las que hay intercambio de regalos se suelen complementan con una celebración en la mesa. En el caso del Día de Sant Jordi, la ocasión es ideal: belleza, cultura y gastronomía constituyen un cóctel maravilloso.
Pero claro, para conseguirlo en la parte que corresponde a la mesa, habrá que contar con algo especial a la altura de un día tan señalado… Algo que sea sinónimo de celebración, de buen gusto, de romanticismo. No olvidemos que para muchas personas Sant Jordi es también el Día de los Enamorados… ¿qué mejor forma de celebrarlo que dándose un homenaje con caviar Tanit?
Transformar un momento en experiencia redonda, completa y especial, se consigue fácilmente con este caviar: son los llamados “momentos Tanit”. Las variedades de este caviar se ajustan a diferentes gustos y ocasiones: Tanit Platinum, Bacari, King Gold, Beluga, Imperial Baeri, Oscietra…
El gesto de abrir una lata de caviar Tanit acompañado de un cava reserva brut nature, en compañía de esa persona tan especial, es un regalo para el corazón y los sentidos. Del resto se encargará la rosa, el libro dedicado y la primavera que se filtra por la ventana… Sin duda, otro gran momento Tanit para recordar.